Sobre mi

Soy Carolina, nací en Buenos Aires en 1984 con el Sol en Escorpio, la Luna en Piscis y el Ascendente en Aries. Desde chica, el mundo invisible me llamaba la atención, como si siempre hubiera intuido que la vida era mucho más de lo que podemos experimentar desde la materia. Que había un mundo entero del cual forma parte nuestra realidad que no vemos, pero que existe.

Dejé de lado esa búsqueda para hacer todo lo que la sociedad me pidió: fui a la universidad, después hice un máster en el exterior, me casé y tuve dos hijas. Hice muchos años de carrera en el mundo corporativo hasta que llegó un momento de quiebre, en donde ese mundo invisible me empezó a volver a llamar a gritos.

Descubrí el poder del símbolo, que es el único puente entre ese mundo intangible —del cual formamos parte— y el tangible. El Tarot y la Astrología, como lenguajes simbólicos, como constelación de símbolos, tienen la potencia de ser puente entre nuestras emociones, deseos, pensamientos conscientes e inconscientes y lo concreto. Se convierten entonces en instrumentos para tejer nuevas realidades, nuevas formas de mirar, de sentir y de integrar quiénes somos.

No creo en el azar. Creo en el concepto de Sincronicidad de Jung, que sería algo así como una coincidencia en el tiempo de dos o más acontecimientos, que no estarían producidos por la misma causa, pero que tienen el mismo o similar significado. Sin embargo, este significado sólo es comprendido por la persona que lo experimenta, y quien lo percibe y le presta atención suele sentir una extraña relación entre su universo interior y el exterior.

Jung, además, se dio cuenta de que las sincronicidades ocurrían más a menudo en períodos de cambios en la vida de las personas, como señales o mensajes en los que el sujeto percibe estar conectado a una realidad superior que engloba la suya propia. Esta realidad es la energía cósmica.

La física corrobora este principio: somos un microcosmos dentro de un macrocosmos. Los elementos que forman los astros más lejanos son los mismos que forman todas y cada una de las células de nuestro cuerpo. Del mismo modo, nuestra energía y la energía cósmica son una misma cosa.

Joseph Campbell decía que si el camino que tenés delante está asfaltado, no es el tuyo. Entonces, ¿cómo hago para saber por dónde ir en un camino que no está trazado?

Jung decía que las sincronicidades son señales del universo indicando que estás en tu verdadero camino. Porque la paradoja de la sincronicidad es que sólo vos podés darle sentido.

Estoy muy agradecida a la Vida por haberme puesto el símbolo en mi camino. Si hago divulgación, es para que más personas puedan acceder a leer el mundo invisible del cual también forman parte. Para que, por lo menos, sepan que existe.

Me siento pequeña ante la enorme potencialidad que tiene. Pero siempre curiosa, siempre investigando, siempre buscando. Y compartiendo.